¿Qué tal?. ¿Cómo llevas febrero?. No sé cuando leerás esto pero más de uno ya me ha echado la bronca por llevar tanto tiempo fuera. No te voy a prometer regularidad, pero estoy trabajando en ello. Paciencia.
Y qué mejor que volver pidiendo paciencia y hablando sobre la paciencia. Durante algunos meses del año pasado estuve leyendo a los hombres más importantes del mundo. Su primera, segunda y tercera mejor cualidad no era la paciencia. Pero no hubo ninguno que no la tuviera.
La paciencia se basa en resistencia y disciplina. Por tanto, si tienes paciencia, tienes otras dos cualidades para conseguir lo que quieras. Yo no entro en donde quieres llevar tu vida, lo único que me importa es ayudarte a conseguirlo. Y la paciencia es una pieza clave.
Resistencia
Ser paciente es resistir a la tentación, a la angustia o a la inmediatez. Las cosas pueden llevar más o menos tiempo, acéptalo. Lo único que puede pasar intentando que todo pase antes es que la cagues. Imagina un pastel e imagina que sucede si lo sacas antes de tiempo del horno. La vida es así. Si te anticipas acaba pasando algo que no quieres que pase.
Disciplina
Digamos que quieres sacarte una carrera, o conseguir un trabajo, o lo que sea. No vale con resistir la tentación de hacer las cosas más rápidas o de pasar de todo, también hace falta disciplina. Disciplina significa seguir con tu plan aunque hoy te apetezca hacer mucho o aunque otro día te apetezca hacer poco. La disciplina se basa en el control. El control de tu pereza, de tu falta de ganas y también de tus ansias o de tus ganas de inmediatez.
Ser disciplinado no es fácil, y por eso hay un artículo solo sobre ello por si quieres saber más sobre el tema.
¿Ya está?
A veces es tan fácil como conocerlo. Si conoces que necesitas resistir y ser disciplinado es mucho más fácil que seas paciente. Volviendo al ejemplo del pastel, si conoces los ingredientes, es más fácil poder cocinarlo. Ahora, el resto, pasa por ti.